martes, 12 de mayo de 2009

LACIANIEGOS EN EL CONCILIO DE OVIEDO DEL AÑO 1.115

Este es un enlace directo a la publicación que contiene las actas del Concilio de Oviedo celebrado en el año 1.115:
España sagrada: Theatro geographico ... - Búsqueda de libros de Google

En este Concilio estuvieron presentes representantes lacianiegos.

Para facilitar la lectura incluiré unos detalles:

Del encabezamiento:


De los representantes, entre ellos los lacianiegos:



Por los territorios de Laciana (Platiani), Babia (Vadaria), Luna (Luna) y Omaña (Omania) acudieron 20 representantes, entre ellos tuvo que estar algún lacianiego y caputvallino, lástima desconocer datos para descubrirlos.

En este documento aparece Laciana con el nombre de "Platiani", habrá que recurrir a nuestros filólogos para que expliquen un poco este cambio de nombre desde "Flaziana", que aparece en un documento del año 912, ya incluido en este blog, a "Platiani" que aparece aquí.

Espero, por tanto, los consiguientes comentarios filológicos a cargo de la persona adecuada.

No obstante, poner de manifiesto este Concilio de Oviedo, con representantes populares, entre ellos los lacianiegos, creo que merece un estudio más profundo por parte de las personas adecuadas.

Añado al texto general este comentario de Armando, que creo es muy interesante:

A pesar de que entre las formas FLAZIANA (912) y PLATIANI (1115) hay 200 años de diferencia, en esas fechas sólo escribían los clérigos y los notarios con una escritura muy arcaizante o directamente en latín. Cuando tenían que reproducir en la escritura sonidos diferentes a los que existían en latín tenían muchas dificultades y cada uno lo hacía a su manera porque todavía no existían las normas ortográficas (del siglo XVIII).Parece claro que Laciana (en pachuezu L.laciana) deriva del gentilicio latino FLACIANA, que llevaría antes un sustantivo del tipo VILLA (explotación agrícola), por tanto sería la "granja de Flacus o villa Flaciana". Con el tiempo (muchos siglos), el latín se descompone y da lugar a las lenguas romances o neolatinas. Una forma de hablar que surge de esa descomposición sería el pachuezu. Y en pachuezu ese grupo latino incial FL- pierde el primer elemento, y la L que queda deriva hacia el sonido que llamamos 'che vaqueira' (como LINGUA > l.lingua), difícil de escribir (de aquella y ahora porque coexisten tx, ts, tch,l.l).De ahí que el escriba no sepa muy bien qué grafía emplear, la etimológica FL- o la otra PL-.Por otra parte, en el centro de la palabra hay otro sonido romance que no existía en el latín, es la 'z' o 'c' ante 'i' y 'e'. El escriba tiene que escribir ese sonido y en un caso opta por la 'z' en FLAZIANA y en el otro (aunque sea más moderno) prefiere usar otra forma TI (más latina) que da en romance el sonido z, ej.: RUPTIARE > 'rozar'.Para terminar, la diferente vocal final corresponde otra vez al espíritu cultista del amanuense, la terminación -ANA es menos latina y más romance, al contrario que la terminación -ANI.Todo esto es una aproximación porque en este terreno hay que andar con mucha precaución.

6 comentarios:

Armando dijo...

A pesar de que entre las formas FLAZIANA (912) y PLATIANI (1115) hay 200 años de diferencia, en esas fechas sólo escribían los clérigos y los notarios con una escritura muy arcaizante o directamente en latín. Cuando tenían que reproducir en la escritura sonidos diferentes a los que existían en latín tenían muchas dificultades y cada uno lo hacía a su manera porque todavía no existían las normas ortográficas (del siglo XVIII).
Parece claro que Laciana (en pachuezu L.laciana) deriva del gentilicio latino FLACIANA, que llevaría antes un sustantivo del tipo VILLA (explotación agrícola), por tanto sería la "granja de Flacus o villa Flaciana".
Con el tiempo (muchos siglos), el latín se descompone y da lugar a las lenguas romances o neolatinas. Una forma de hablar que surge de esa descomposición sería el pachuezu. Y en pachuezu ese grupo latino incial FL- pierde el primer elemento, y la L que queda deriva hacia el sonido que llamamos 'che vaqueira' (como LINGUA > l.lingua), difícil de escribir (de aquella y ahora porque coexisten tx, ts, tch,l.l).
De ahí que el escriba no sepa muy bien qué grafía emplear, la etimológica FL- o la otra PL-.
Por otra parte, en el centro de la palabra hay otro sonido romance que no existía en el latín, es la 'z' o 'c' ante 'i' y 'e'. El escriba tiene que escribir ese sonido y en un caso opta por la 'z' en FLAZIANA y en el otro (aunque sea más moderno) prefiere usar otra forma TI (más latina) que da en romance el sonido z, ej.: RUPTIARE > 'rozar'.
Para terminar, la diferente vocal final corresponde otra vez al espíritu cultista del amanuense, la terminación -ANA es menos latina y más romance, al contrario que la terminación -ANI.
Todo esto es una aproximación porque en este terreno hay que andar con mucha precaución.

Lobezno dijo...

Brillante comentario, Armando.
Excelente explicación que no dudo, sin reservas, que sea la correcta.
Muchas gracias.

Armando dijo...

Lobezno, creo que tienes que corregir algo en la entrada del blog. Cuando dices que una de las acepciones de CAPUT VALLIS es "lugar alto", hay que reservar este significado para nuestro vecino Orallo (a 1.100 metros). Orallo podría venir del prerronamo UR- "lugar alto" como 'Urriellu' o 'Uría'(montes de Ibias). Por tanto, CAPUT VALLIS es "cabeza del valle" sin que haya que entender 'cabeza' como 'sitio alto' sino como 'importante'¿'capital'?

Lobezno dijo...

Cambiado.
Muchas gracias, Armando.

Lobezno dijo...

MAS HISTORIA DE CAPUT VALLIS:

La cresta de la montaña del Cavall Vert tiene una curiosa forma de silla de montar que une dos picos escarpados. La leyenda cuenta que Mellini, su familia y seguidores, desesperados y acorralados, subieron a la silla del Cavall Vert (precipicio que separa ambas cimas de 789 m.). Allí oteaban el horizonte infinito, que alcanzaba ver hasta Ibiza, con la esperanza de que por fin apareciera en lontananza el Cavall Vert, que venido de oriente y ondeando el pendón verde de la media luna, les salvara de una muerte segura. La esperanza verde no llegó y los moriscos, antes de entregarse, se arrojaron por el precipicio. A esta silla rocosa se la denominó el Cavall Vert.


En realidad la leyenda del Cavall Vert nace del nombre ibérico que tienen las humedales bart, que se confunden habitualmente con el catalán vert. En este caso se trataba del humedal de Fontilles. Todos lo conocemos, ¿todos?. Ya Escolano habla de muchas fuentes que allí nacen y Mestre Palacio la califica de partida de tierra baja, húmeda y muy fértil junto al Assagador. En la actualidad está amurallada, por creerse años atrás que la lepra era contagiosa por contacto, Esta zona tan húmeda dió nombre ibérico al valle, bart, que se recuperó en vert.


¿Pero por qué la referencia a un caballo verde? Muy sencillo, en la toponimia existen muchas referencias al caballo, que a su vez son otro truco imaginativo que nos juega la lengua. Cuando se habla que algo está situado en la cabecera de un valle, en época latina se designaba como caput vallis (cap-vall, cabeza del valle) que originó cavall. Hay muchos ejemplos: Penya del Cavall (Al-cudia de Veo);Monte del Caballo (Gaibiel), y el pueblo Cabeza del Caballo que es una redundancia. Cavall Vert describe, por tanto, la «Cabeza del Valle que tiene el humedal (Fontilles)».


Me perdonarán ustedes una pequeña digresión, pero lo tengo que contar. Hablando sobre los topónimos alusivos a la «cabeza», por estar ubicados en el caput vallis, encontré un soberbio ejemplo en los Pirineos de Huesca. En lo más recóndito, al final del valle, en donde la tierra se acaba porque a sus espaldas sólo hay montes de tres mil metros, una pequeña aldea osa llamarse La Cebezonada. Conocemos todos el estereotipo del baturro cabezudo. La rechifla, pues, para con el pueblo es constante y solemne: —¿Pero que hicisteis para que os llamen La Cabezonada? Nunca hay respuestas, sino sonrisa poco amable. Ellos no son mas tercos que otros baturros. Simplemente se emplazaron en el caput vallis, en la cabeza, al igual que hicieron, al iniciar la reconquista, los monjes-soldados de San Juan de la Peña, quienes fundaron junto a La Cabezonada otro monasterio, el de San Victorián, para hacer frente a los moros de las llanuras.


Texto tomado de: http://www.hotelalahuar.com/historia.html#top

Armando dijo...

Pues este hombre no tenía que haber ido tan lejos para su investigación, con Caboalles lo tiene fácil.