Última actualización: 24 de enero de 2018
CABOALLES DE ABAJO, CAPITAL DE ASTURIAS
Esta afirmación puede sonar a broma, ser petulante, o lo que
a cada cual le pueda parecer, pero ahí está la historia para demostrarlo.
Normalmente la sede donde se ubica la mayor representación
política de un territorio es la capital de dicho territorio.
En 1810, La Junta que se creó en Luarca, siguiendo el modelo
de convocatoria de la tradicional Junta General, se denominó Junta Superior de
Observación y Defensa, y esta se vio obligada a cambiar de sede casi a diario
debido al acoso sufrido por el enemigo francés, el día 22 de julio de 1810, se
reunieron en Caboalles de Abajo, por poco tiempo ya que el enemigo venía tras
las tropas de la división de Ulises Albergoti que huían en desbandada.
Por tanto Caboalles de Abajo fue sede de la Junta Superior
de Asturias, y por tanto se puede considerar que Caboalles de Abajo fue capital
de Asturias durante el día del 22 de julio de 1810.
Léase la siguiente noticia en:
http://www.asturiasmundial.com/noticia/31672/junta-general-rememora-en-figueras-primera-asuncion-por-asturias-de-soberania-nacional/
Transcripción de parte de la misma:
JUNTAS ERRANTES EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN ASTURIAS
La Junta General actual, el parlamento asturiano, como
heredero de nombre de la histórica institución que durante siglos pervivió en
Asturias, participará en un acto que tendrá lugar en Figueras, dentro de unas
jornadas de Historia Local, para conmemorar el fin de la guerra de la
Independencia en Asturias y el bicentenario de la Constitución de 1812.
La actual Junta General, fiel a su compromiso de rescatar y
poner a disposición de los investigadores documentos de nuestro pasado, que
permitan un mejor conocimiento de nuestra historia está editando la colección
de Actas Históricas o Papeles de la guerra de la Independencia entre otros
títulos.
En este caso, aprovechando el bicentenario del fin de la
guerra de la Independencia en Asturias, el parlamento asturiano desea expresar
su reconocimiento institucional a los lugares, pueblos y villas que acogieron a
las Juntas de Asturias en los periodos de invasión napoleónica.
Si la guerra de la Independencia para oponerse a la invasión
tuvo su punto de partida en el famoso 2 de mayo madrileño de 1808, en Asturias,
bajo el paraguas de la tradicional Junta General, se creó una Junta Soberana en
el mismo mes de mayo que declaró la guerra al invasor, envió emisarios a Gran
Bretaña en demanda de ayuda y propuso convocar Cortes.
La Junta Soberana nombró como representantes ante la Junta
Central nacional a Jovellanos y Camposagrado y planteó acciones políticas de
gran calado, a la altura de los personajes históricos en ella implicados que
luego proyectarían su conocimiento en las Cortes de Cádiz y en la política
nacional posterior (los Flórez Estrada, del Riego, Argüelles, conde de Toreno,
de la Vega Infanzón, Inguanzo, Cañedo y tantos otros) o que, en el ámbito
regional, destacarían como buenos patriotas, gestores y políticos (al estilo de
los García del Busto, Cienfuegos Jovellanos, Porlier, Jove Dasmarinas, Menéndez
de Luarca, Bárcenas, Cancio y un sinfín más).
Primera invasión (mayo- junio de 1809)
Un año después de iniciada «oficialmente» la invasión, aquella
Junta Soberana se vio sacudida por un golpe militar dado por el marqués de La
Romana. Partidarios del cambio propiciado por el Marqués, patriotas también,
formaron una nueva Junta, la denominada Junta de Armamento y Observación y ella
fue la primera que hubo de huir ante la primera invasión.
Aunque duró menos de un mes aquella ocupación provocó que de
la capital tuvieran que huir personas e instituciones. Primero a Argame, en
Morcín, y luego a Teverga, los miembros de la Junta se libraron de caer bajo
las fuerzas enemigas guiadas por tres grandes militares fieles a Napoleón y
tenidos por él en alta estima (Kellerman, Ney y Bonet).
La segunda invasión (enero de 1810- junio de 1811)
Alejada de las rutas peninsulares principales, enviados
efectivos asturianos a luchar en batallas fuera de Asturias, donde demostraron
su valor, se creía Asturias fuera de los planes de guerra de Bonaparte, hasta
que éste decidió poner fin a las retaguardias libres a las que llegaba la ayuda
exterior y podían poner en riesgo la estabilidad de la invasión. En enero de
1810 el general Bonet ocupa el Principado del que no saldrá hasta año y medio
después. Una invasión larga que generó una estampida en la capital y creo dos
administraciones y dos Asturias, la ocupada y la menos ocupada. Una invasión
que iba a desencadenar la proliferación de partidas de guerrillas, de sistemas
de Alarmas y de continuo hostigamiento.
La Junta que se creó en Luarca, siguiendo el modelo de
convocatoria de la tradicional Junta General, se denominó Junta Superior de
Observación y Defensa, que ante el avance de las tropas enemigas se vio
obligada a vagar por lugares, pueblos y villas en un periplo que para la época
nos parece increíble. En el mes de mayo de 1810, cuando las tropas invasoras
amenazaban con extender su ocupación al occidente asturiano, la Junta Superior
recorrió Boal, Villanueva de Oscos, Lamas de Moreira, Cecos, Cerredo, Caunedo,
Teverga, Las Morteras, de nuevo Caunedo, Villar de Vildes, Vitos, Laciana,
Monasterio de Hermo, Valle del Lago, Caboalles de Abajo y Coto de Sena. Lugares
hoy de Asturias, León y Lugo, aunque entonces la división territorial era otra.
Las actas de aquella Junta errante contienen anécdotas múltiples, sin saber
nunca dónde estarán al día siguiente. La Junta se reunirá en el lugar donde se
halle, o irá o donde más combiniese.
Recaló la Junta Superior en Castropol por fin el mes de
agosto y allí tuvo tranquilidad para organizar una mínima administración
(hacienda, imprenta regional, tráfico marítimo, contactos con el gobierno
central, coordinar el movimiento de tropas, aprovisionamiento y hospitales) a
la par que cumplía con una misión de trascendental importancia, cual fue
designar a los diputados asturianos para la Cortes Generales que en Cádiz
redactarían la primera Constitución Española, la «Pepa», una constitución con
el sello asturiano de Agustín Argüelles, el conde de Toreno, Alonso Cañedo,
Pedro Inguanzo, Sierra y Llanes, Vázquez Canga o de la Vega Infanzón. Los siete
firmantes asturianos de la Constitución de Cádiz, que este año cumple 200 años y
a la que la Junta rinde homenaje en su web institucional con la trascripción de
sus credenciales.
La Junta Superior estrenó el año 1811 en su exilio de
Castropol. Pero nuevos movimientos enemigos la obligarían a desplazarse a
Vegadeo, a Figueras, Mohías, a Nuestra Señora de la Braña, a Miudeira, de nuevo
replegados en el seguro puerto de Figueras, y de vuelta a Oviedo cuando en
junio de 1811 las fuerzas de ocupación y su general Bonet, auténtico gobernante
francés de Asturias, fueron reclamados a otros destinos.
La tercera invasión (noviembre de 1811- enero de 1812)
Las otras dos invasiones que aún sufriría en su tierra el
Principado de Asturias serían mucho más breves y las dos dirigidas por el mismo
general bonapartista Jean Pierre François Bonet, un personaje importante en
nuestra historia, al igual que el comisionados inglés que, en el otro bando,
tanto ayudó a los patriotas, William Parker Carroll.
La tercera invasión afecta a una junta de distinta
denominación y composición, la Junta Provincial. Ella también debe huir de
Oviedo, llevándose consigo los pocos caudales de hacienda y la administración.
Esta vez el camino emprendido la lleva por Doriga,
Cornellana, Tineo, Navelgas, Mohías y, de nuevo el puerto seguro de Figueras
donde estrenará el año 1812, hasta que a fines de enero de 1812 puede volver a
la capital donde las tropas de Porlier habían entrado antes.
Cuarta invasión (mayo-junio de 1812)
Aun habría de recibir el Principado un cuarto susto, cuando
de nuevo Bonet y sus tropas toman la capital y obligan otra vez a la Junta a
buscar refugio hacia occidente, esta vez embarcados en Gijón rumbo de nuevo a
Figuera y Vegadeo.
Esta itinerancia forzada de la institución regional merece
un reconocimiento expreso a los lugares que por culpa de aquellas
circunstancias se convirtieron en improvisadas sedes de gobierno de urgencia.
Reconocimiento extensivo por supuesto a las demás partes de Asturias que sufrió
una ocupación dura, larga que sembró muerte y pobreza, como en aquella España
en la que lucharon las tropas asturianas hasta el final. Un periodo, el de la
guerra de la Independencia, que vio sin embargo el fin del antiguo régimen y
alumbró la primera Constitución.
Historias de aquellas Juntas y de aquel momento redactadas
por historiadores hay muchas y buenas. El Parlamento Asturiano ha editado las de
Marta Friera, Enrique López y Alicia Laspra. A ellas nos remitimos.
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Del homenaje al que alude el anterior artículo de prensa se
hace eco LNE en su edición del 7 de octubre de 2012:
http://www.lne.es/occidente/2012/10/07/figueras-capital-asturiana-dia/1308477.html
Figueras, capital asturiana por un día
El presidente de la Junta reconoce el papel de los pueblos
que «preservaron la dignidad y legitimidad» del Parlamento asturiano durante la
invasión francesa
Figueras (Castropol),
T. CASCUDO
«Hoy podemos decir con todo orgullo que Figueras es la
capital de Asturias, la sede de la suprema representación de los ciudadanos de
Asturias y el crisol donde se forje espíritu renovado de servicio y dedicación
al bien público». Con estas emocionadas palabras, el portavoz del colectivo
«Amigos de la Historia» de Figueras, Fernando García, dio la bienvenida a la
Junta General del Principado, que 200 años después regresó a la villa
figueirense. El acto sirvió para reconocer su papel, junto a otra veintena de
localidades asturianas y también dos gallegas y una de León, en la protección y
defensa del Parlamento frente a las tropas napoleónicas que invadieron el país
durante la Guerra de la Independencia.
La Mesa de la Cámara se constituyó nuevamente en Figueras
para recordar los hechos históricos vividos entre 1809 y 1812 (fecha del fin de
la guerra en suelo asturiano), cuando itineró por varios pueblos asturianos. El
presidente de la Junta, Pedro Sanjurjo, destacó el papel de los pueblos que
protegieron a la institución asturiana para «evitar que cayera en manos enemigas
y preservar la legitimidad y dignidad de los representantes de los concejos
asturianos». Y no olvidó a los municipios que no pudieron acoger a la Junta por
verse asediados por las tropas enemigas: «Como en toda guerra hubo esfuerzos y
sufrimientos para todos los concejos, especialmente para quienes tuvieron que
soportar la presencia de las tropas, los enfrentamientos bélicos y los
impuestos y recaudaciones. Por tanto, hay que agradecer su solidaridad y su
contribución a la defensa del territorio asturiano».
Sanjurjo hizo hincapié también en «la contribución del
pueblo asturiano a la configuración del primer impulso liberal y representativo
de la historia de España», que dio lugar a la aprobación, hace doscientos años,
de la Constitución de Cádiz de 1812. El presidente del Parlamento aludió al
papel de aquella Constitución para sentar las bases del actual régimen
democrático y también de los insignes asturianos que pusieron su granito de
arena en aquel hito histórico.
Durante unos minutos, Sanjurjo se expresó en la lengua del
occidente asturiano (el gallego-asturiano, ya que es natural de Vegadeo) para
abogar por la unión nacional: «Las señas de identidad de los pueblos no pueden
ni deben ser motivo de separación, sino de unión para componer sociedades más
abiertas y amplias que permitan asegurar nuestro futuro». Sanjurjo indicó, en
clara alusión -aunque sin mención expresa- a los planes independentistas del
Gobierno catalán, que «el populismo identitario conduce a enfrentamientos
estériles». En este sentido, destacó que los asturianos siempre han sabido
entender y contribuir al «proyecto colectivo nacional». Por último, apeló a la
unión y el consenso de las fuerzas políticas para fortalecer los lazos de unión
de la ciudadanía y encontrar una salida conjunta a la crisis.
Los miembros de la Cámara entregaron a los concejos un
título conmemorativo de su papel en la historia y después se descubrió una
placa en la plaza López Acevedo, muy cerca del lugar donde se cree que en el
siglo XIX se celebraron las reuniones de la Junta, durante los 136 días
(divididos en varias etapas) que pasó refugiada en la villa figueirense.
Fotos del acontecimiento, en LNE, de Tania Tascudo:
El presidente de la
Junta, Pedro Sanjurjo, y el alcalde de Castropol, José Ángel Pérez, descubren
la placa.
Foto de familia, en la
plaza figueirense López Acevedo, de los diputados de la Junta y los
representantes políticos municipales asistentes al acto.
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DOCUMENTO DE LA JUNTA GENERAL DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS,
pag. 16
El resto del documento:
http://www.jgpa.es/recursos/descargas/1756609342_2510201291723.pdf
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Ya que, según me han comentado, el diploma de agradecimiento
de la Junta General del Principado de Asturias ha sido entregado el pasado mes de diciembre
en el Ayuntamiento de Villablino, esperamos que la placa conmemorativa
correspondiente sea entregada e instalada en Caboalles de Abajo y si es posible
en la casa donde la Junta Superior constituyó su sede.
Habrá que investigar.
Fotografías del libro de Actas de la Junta Superior, gentileza de Dª Josefina Velasco Rozado, Jefa del Servicio de Biblioteca Documentación y Archivo de la Junta General del Principado de Asturias
Transcripción:
Acuerdo del 22 de julio celebrado de paso
en Cogualles de Avajo por los señores del
margen
Señores: Presidente. Miranda Arango. Miranda
Flórez. Acevedo. Vega Caso.
Al paso por este lugar de Cagualles
de Avajo,
se recivió la correspondiente de
la sección de oriente
y varias noticias comunicadas por el espía
llamado
el Frayle, relativas al desembarco de
don Juan Díaz Porlier en Santoña, sus
operaciones
ulteriores en aquel país, las
disposiciones
de este estado y movimientos del enemigo;
y se acordó havisarlo todo al capitán general.
Con motivo de que los soldados
de la división de
Albergoti[1]
llegaron a este
pueblo asegurando venían los
enemigos/
en su alcance, siguió la Junta su ruta hasta
el coto de Sena
en donde ha continuado sus
sesiones = testdo = aseguravan = No valga
Menéndez (R) Miranda (R)
Vocal secretario
[1]Tachado:
"aseguraron"
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